EL PRISIONERO HUIDO MORO
Los patrulleros galácticos regresan de su misión. Jaco y los demás se dan cuenta de que Moro se está acercando a un lugar poco habitado del universo, entonces Goku recuerda que allí es donde se encuentra el planeta Nuevo Namek, el lugar donde finalmente se asentaron los namekianos. Goku dice que al sentir el aura del demonio, también percibió miles de almas en agonía junto a él. Son los espíritus de aquellos de los cuales extrajo la vida, lo que explica en parte la gran longevidad de este ser.
Moro ha huido de la prisión de la patrulla con ayuda de un desertor del ejército de Freezer. Él le contó lo que sabía acerca de las bolas de dragón y Moro tiene intención de pedir algún deseo.
El prisionero Pasta escucha la conversación de los patrulleros y les dice que cuando él estuvo en prisión, conoció a un desertor del ejército de Freezer que buscaba a alguien poderoso para poder buscar las bolas como pretendió Freezer una vez. Nadie le creyó en ese momento. Han atado todos los cabos, Goku y Vegeta se teletransportan a Nuevo Namek.
En uno de los poblados de Nuevo Namek, Muri está rezando con dos pequeños namekianos, luego los dos se van a jugar al escondite. Los saiyanos llegan y le cuentan al anciano lo que está ocurriendo, por lo que él y todos los lugareños se van de ese lugar.
Llega Moro en su nave, es la primera vez que sale al aire libre en 10 millones de años. Ve que los saiyanos le estaban esperando, pero no cree que supondrán ningún problema para él. Moro capta la presencia de uno de los niños namekianos, el pobre Esca seguía jugando al escondite y ahora el malvado se va a alimentar de su alma. Vegeta logra salvarlo, dice que no permitirá que haga ningún daño a los namekianos, se siente obligado a protegerlos por el daño que les causó durante su estancia en su antiguo planeta.
Moro y Vegeta luchan, como el estado súper saiyan no es bastante, se transforma en súper saiyan dios. Moro se quita su hábito, va a mostrar lo que puede hacer con sus poderes mágicos.
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