EL DEMONIO BEELZEBUB
Beelzebub va a enfrentarse él solo a todos los hombres insecto, parece que va a perder. Thief le dice a Rao que no se preocupe, que el príncipe es un demonio más fiero que lo que la gente cree.

En efecto, haciendo uso del poder que adquiere de la oscuridad, se le vuelven las pupilas rojas y su fuerza aumenta. Derrota a los hombres insecto. El comandante Zeu hace explotar la bomba que uno de ellos lleva dentro, para intentar dañar a Beelzebub.

Rao y Thief se infiltran en la gran nave y logra salir a la superficie cerca de Zeu. Rao se quiere enfrentar a su superior personalmente. Sin embargo, unos soldados intervienen y Rao se debe esconder. Zeu quiere lanzar una bomba para terminar con Rao, incluso matando a sus propios soldados que lo están ayudando. Rao les quiere avisar, pero uno de ellos le dispara en el hombro.

El general Are lo estaba viendo todo, dispara el portador del comandante Zeu, ha salvado a Rao y los soldados. Are y los soldados juran su fidelidad a Rao.

Zeu está en el suelo derrotado y Rao le apunta con su pistola, pero se apiada de él y le deja marcharse. Zeu hace una escapada final, sale de su portador y quiere activar todas las bombas de los hombres insectos para matar a todos los presentes.

Beelzebub da un gran salto y golpea a Zeu, lo manda muy lejos, ni se ve dónde cae. Are y Rao se reconcilian totalmente. Are le ofrece que vuelva a dirigir el ejércite, pero Rao rehusa.

Ahora se disponen a destruir la presa. Disparan con todos sus tanques, pero al final son los Swimmers quienes asestan el golpe final.


La presa se rompe, el agua vuelve a recorrer los ríos de Sand Land. Tanto los ciudadados humanos como los demonios lo celebran a lo grande. El general Are da la noticia por radio y anuncia que el rey donará la mitad de su fortuna a los desfavorecidos.


Rao, Thief y Beelzebub se despiden del general Are. Le piden que les deje el tanque prestado, ya que se ha demonstrado un vehículo muy útil. Las aventuras no terminan aquí.

