LA BATALLA FINAL
Los cuatro amigos están dentro de la fortaleza de Garam y avanzan con su tanque hasta un centro de almacenaje que funciona con drones. Ann intenta controlarlos, pero al final el sistema detecta su presencia.

El general Bred y Muniel son avisados de que hay intrusos dentro de su nave. Bred quiere ir a atraparlos, pero Muniel prefiere tomar medidas más drásticas. Quiere disparar a la capital real de Sand Land y destruirla por completo. Bred no cree que sea necesario, pero finalmente el ángel se sale con la suya, aunque el disparo necesitará una hora para cargarse.

Muniel anuncia su intención por radio, todos los habitantes de la capital lo oyen y el rey trata de escapar como un cobarde.



Rao y los demas son atacados dentro de su tanque, se trata del general Bred, esta dentro de un gran exoesqueleto robótico. El primero en luchar es Beelzebub, pero Rao le dice que vaya a la sala de control, ya que el tiempo se agota. Rao, Thief y Ann luchan contra el general con su tanque.


Beelzebub llega al centro de la fortaleza donde le espera Muniel. El ángel le muestra las dos urnas que contienen a su hermana y su padre, luego las reduce de tamaño y se las traga.


Thief consigue asestar un disparo paralizador en la parte humana de Bred, pero no surte efecto. Sin embargo, Rao aprovecha la ocasión para disparar con el tanque al único orificio del robot de Bred y explota. Han vencido, Bred está con vida, pero su robot está destrudido.

Ann ya había salido en ayuda de Beelzebub, quien está luchando contra Muniel. Lo más urgente es parar el disparo del Garam, así que se dirige a la computadora central. Logra parar la maquinaria, pero comete el error de ponerse en frente de Muniel. Ahora el ángel controla su cuerpo y le dice a Beelzebub que ella morira si sigue luchando. Aprovecha para lanzar rayos repetidamente a su rival, Beelzebub parece inconsciente.

Muniel va a matar a Ann, entonces Beelzebub reacciona, su poder demoníaco a despertado una vez más, un aura roja lo rodea. Rompe el brazo del ángel para que no pueda controlar a nadie como antes y de una patada lo lanza al techo que brilla con el resplador de aquanium.


La fortaleza deja de funcionar, la lucha ha afectado a la maquinaria. Muniel sale del entuerto, pero el aquanium con el que ha estado en contacto está teniendo unos efectos inesperados en él. Empieza a inflarse y agrandarse de manera descomunal.

Beelzebub le dice a Ann que se vaya de allí y le hace caso. Muniel sigue transformándose, sus músculos toman forma y le vuelven a crecer las alas. Parece más fuerte que nunca.

